Trato de hacerlo, pero no lo consigo. Trato de escribir cuando en las peores situaciones me encuentro, pero debe de ser que todavía soy demasiado cobarde como para enfrentarme a mi misma. Y no tan sólo a mis peores miedos, sino a lo que son también mis realidades.
No puedo prometer, y nunca jurar de que vaya ser alguna vez fiel. Fiel a mis deseos, a mis aspiraciones y ambiciones. A aquellos fracasos que cometo, pero no llego a recordar. A aquellos resquicios que olvido...
Ni tú lo entiendes, ni yo lo entiendo.
¿Hay alguien allí?
Manuela, seguro que no eres cobarde.
ResponderEliminarTe mando un saludo y un abrazo.