Más pequeña y más débil. Y me has dejado sin palabras. No es para nada algo bueno. Quiero decir, que me has dejado muda. No puedo hablar más de lo que ya dije, porque sé que no diré nada mejor. Al menos después de leer lo que hiciste. Tu obra, tu relato, tu cortometraje.
Me dijiste que tuviese cuidado. Tú no eras tu obra. Pero tu obra sí que eras tú. Algo difícil, no tanto de comprender pero sí de querer asimilar. Porque por querer, sabías y sabes que iba a querer lo otro. Eso Otro. Y ahora, me enfrento a un perverso polimorfo. Sin sentidos, sin cuerpo; pero con el conocimiento y la mente de un erudito. Y yo me siento pequeña, y más débil, y más manejable. Pero no es para nada algo malo. Tan sólo, que se aclara y me afirmo qué es lo que soy para ti.
Una amiga
Una amante
Una muñeca, una marioneta, un juego, una película.
Soy esa película que te gustó. No soy Anie Hall. Soy esa Otra.
-Que te vaya bien, nos llamamos. Recuerda que me debes un libro.
Qué más dará mientras te vea. Fuera romanticismos. Tú. Amigo, amante y juego.
Veo que has vuelto cargadita de ideas!Me encanta leerte.
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