Lo importante es pequeño. Nuestra actitud, un segundo.
Y los días que pasan, no son más que un sueño.
Vives en tu mundo. Y te mienten porque dejas.
Ni réplicas, ni quejas,
siguen vacíos.


miércoles, 23 de febrero de 2011

Desvaríos incompletos - IV

Permanecemos en una ensoñación adolescente que nos adormece de la realidad. Pero nunca sabemos hasta qué punto podemos llegar a despertar. Creemos que somos libres, pero parece que no perseguimos ninguna libertad. La generación perdida nos llaman, y en parte es verdad. Pero también son ellos, todos y cada uno de ellos que nos acusan de sus errores.
Yo no quiero ser así, necesito encontrarme. Necesito encontrarme contigo y con él. No puedo permanecer aislada, no puedo, ni quiero. Pero, ¿estaré dispuesta a renunciar por ello? ¿Cuánto se ha de perder, cuánto se ha de dejar escapar para ser consciente?
Abrir los ojos, recordar, pensar, y actuar. ¿Te vienes conmigo?



VI Jornadas Educación y Exclusión Social.

martes, 22 de febrero de 2011

Desvaríos incompletos - III, pero algo distintos.

La juventud sí lucha.
La juventud sí se mueve.
Nos harán creer que no es así,
nos harán pensar que no tenemos fuerzas,
pero las hay.



VI Jornadas Educación y Exclusión social + un añadido.

Sí, por eso tardé tanto. He escrito al final poco y muy breve, pero no podía decir nada más.

jueves, 17 de febrero de 2011

Desvaríos incompletos - II

Admiración es la palabra. Por esas personas que siguen y persiguen sus principios. Pero se me ocurren muchas más: respeto, comprensión, locura, estabilidad, orgullo, envidia, sorpresa, conmoción, idealistas, igualdad, derechos, libertad... héroes. Y es que ésas son las auténticas personas que en verdad son héroes.

Estoy tan harta de todas las promesas que se nos intentan vender disfrazadas siempre de buenas intenciones. Pero nunca parece que sean así, y de hecho, sé que no son así. Y es que parece que pertencemos a una comunidad egoísta que sólo se mueve por intereses propios y privados, que abandona sus principios y sus ideales para regirse por el señor caballero Don Dinero. Y es muy gratificante y esperanzador cuando conoces a personas que todavía siguen luchando por lo que creen: la justicia. Y no ésa justicia propagandistia, "libertaria" y perfumada; sino la verdadera Justicia (con mayúscula).
No. En los medios de comunicación no saldrán nunca noticias parecidas porque por interés interés (interés, interés), no les interesa. Pero qué coño, sabemos que tanto vosotros como nuestro gobierno sois unos desgraciados que sólo queréis contar con nosotros para lo que os interesa (interés, interés). Y tanto vosotros, como los que lleguéis, seguiréis siendo esas cucarachas miserables, corruptas y mentirosas que hablarán sobre ese CAMBIO SOCIAL tan deseado y JUSTO. Pero hasta que el bipartidismo no termine, nada será Justicia, y yo no me creeré ninguna de vuestras patrañas.
¿Cómo se concibe que la mano que te tiene que dar apoyo y seguridad, es la misma que te apuñala por la espalda? Son irrealidades del mundo real.
¡Todo mi ánimo a las pequeñas y grandes plataformas que todavía no os habéis corrompido (interés, interés)!



VI Jornadas de Educación y Exclusión social.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Desvaríos incompletos - I

He tardado estos días mucho en volver a escribir. He tardado tanto estos días que el simple acto de sostener la pluma entre mis dedos me hacia sufrir. He tardado tanto que la tinta en la que se impreganba la punta de mi pluma era mi propia sangre. Y esa sangre, esa sangre que era mía y que vertía y que llegaba a perforarme cada recoveco de mi cuerpo, no era más que simple sangre humana. No era más que simple sangre humana. Y es que eso somos cuando sólo pensamos en nuestros problemas.

Somos cuerpos iguales, repetitivos, aburridos, humanos absurdos. Pero si alcanzamos a ver más allá de nuestro propio egocentrísmo, lo descubrimos. Descubrimos la sociedad en toda su plenitud. Y es que es verdad que la sociedad corrompe, y es corrompida. Pero también somos quien somos por ella, y lo que es más importante. Seremos lo que queremos ser también por ella. Porque no somos individuales, sino que necesitamos de los demás. Lo de cuidar las cabras en el monte durante ocho años a mi no me sirve. Y no es porque no reclame un nuevo sistema de gobierno, un nuevo sistema económico, un nuevo modelo educativo, o un nuevo pensamiento occidental, ya que el nuestro está completamente deteriorado. ¿Pero tanto asco te da la sociedad, que no eres capaz de ver más allá de sus maldades?
Eres quien eres por ella. No tienes que dejar que te arrastre, pero tampoco debes dejar que te destruya.



VI Jornadas de Educación y Exclusión social.

jueves, 10 de febrero de 2011

Shock reivindicativo

Creo que es importante.
Creo que es importante que en este momento, y con la cantidad de medios que disponemos seamos conscientes de nuestra realidad.
Nuestra realidad no son las películas pastelonas, ir de compras, los partidos de fútbol, las jarras de cerveza. Tampoco los conciertos, los bares, las discotecas, las piscinas. Ir de camping, ir de fiesta, ir a la playa, ir a la montaña. Nuestra realidad no es eso. O al menos, no es lo único.

Nuestra realidad es la información que tenemos a nuestro alcance. Nuestra cultura. Nuestra realidad son nuestras noticias, nuestro momento. AHORA.

No, no creo que se pueda discutir. No puedes mirar para otro lado y pensar, que esto es lo que te toca vivir y que otros se preocupen. ¿Qué otros? ¡Así es como ha empezado todo!
Me río en la cara de aquellas personas que dicen QUE AMAN ESPAÑA cuando no tienen ni idea de lo que está pasando en nuestro país. ¿Amar el qué? ¿El fútbol? ¿Las discotecas? ¿Las playas? ¿El tiempo? Todo fantástico...
Pero a ver quien trabaja luego de eso. ¿Quién va a trabajar?



Firmado: hoy voy con prisas, y estoy un poco alterada. Firmo como una estudiante enfadada con el mundo, pero no enfadada que intenta taparse los ojos, sino tenerlos muy abiertos. ¿Juventud conformista? ¡Así es como quieren que seamos!


martes, 8 de febrero de 2011

Más de lo que parece

¿Cómo no voy a confiar en el ser humano?

¡Maravíllémonos de lo constante! ¡Sorprendámonos de la obviedad!



lunes, 7 de febrero de 2011

Mis cosas








Me gustan las fotografías en blanco y negro.
Me gusta la música, me gusta mucho el cello. Me gusta ir a conciertos y me gusta cerrar los ojos cuando escucho. Pero también me gusta la música que es animada, que te incita a bailar, y en especial los grupos que tengan además de los instrumentos habituales, el trombón y la trompeta.
Me gustan los músicos.
Me gusta la vida de los músicos, de los poetas, de los escritores, de los artistas...
Me gusta la lluvia, la niebla y los días soleados. Pero no me gustan en general, sino los pequeños detalles. Me gustan las primeras gotas de la lluvia, cuando va a comenzar. Me gusta el sol que aparece después de llover. Me gustan esos atardeceres tan potentes que te hacen cerrar los ojos. Me gusta la niebla cuando la veo desde las alturas o cuando estoy cerca de alguna farola.
No me gusta el viento.
Me gusta el café.
Me gusta estar sola, pero solo cuando quiero.
Me gustan los niños. Me gustan mucho sus sonrisas.
Me gustan las sonrisas.
Me gusta mirar fijamente a los ojos.
Me gusta leer, y me gusta comentar los libros. Me gusta buscar el sentido escondido de las palabras. Lo que no se llega a ver en la superficie.
Me gusta que me abracen, pero no me gusta que lo hagan en público. Cuando más me gusta es en la cama, cuando se está tumbado.
También me gusta mucho abrazar.
Me gusta el olor a madera.
Me gustan las cucharadas de nocilla.
Adoro el maiz. Abrir la lata y comérmelo a cucharadas.
Me gustan las magdalenas.
Me gustan los ambientadores que no son muy fuertes.
Me gusta la poesía y mejor si es recitada, y mucho mejor si es bien recitada.
Me gusta lo improvisado.
Me gusta que me den sorpresas, me gusta sorprenderme con los pequeños detalles.
Me gusta el teatro de calle.
Me gusta ver películas por las noches con la luz apagada.
Me gusta escuchar.
Me gustan los escalofríos.
Me gusta conocer algo nuevo.
Me gusta conocer algo nuevo de una persona.
No me gustan las personas que se creen intelectuales y no reconocen el mérito de otras personas. Ya sólo por ese hecho me parecen estúpidas, porque se desentienden de lo que es ajeno y no quieren aprender de los demás. Cuánto más sabe uno, más sabe que no sabe nada.
No me gusta que me definan.
Me gusta estar tumbada sin llegar a dormirme.
Me gustan los collares.
Me gustan los pañuelos.
Me gusta el color verde.
Me gustan las camisetas de manga tres cuartos.
Me gustan los cuadros de mi hermana.
Me gusta todo lo que hace mi hermana.
Me gusta el aire, no el viento. Me gusta pensar que el aire es distinto en cada parte por las personas que viven en ese sitio. Me gusta ese ambiente. Me gusta lo nuevo.
Si me pilla la lluvia, en vez de quedarme quieta al resguardo, me gusta correr para no mojarme.
Sí, también me gusta besar. Besar me gusta mucho.
Me gustan las relaciones complicadas.
Me gustaría estar sin estar con una persona.
Me gusta que me digan que soy muy directa con los hombres. Porque sí, lo soy. Pero no soy directa porque quiera ir rápido, porque también soy muy desconfiada.
Me gusta esperar en las estaciones.
Me gustaría esperar en alguna estación contigo. Eso es que nos iríamos o volveríamos de un viaje.
Me gustan los viajes.
Me gustan las personas que viajan y no presumen de ello. Y me gusta que esas personas que viajan y no presumen me cuenten su experiencia. Me gusta escuchar.
Me gusta la subjetividad.
Me gusta el ser humano, con todo lo que ello implica.
Me gusta el vino cuando es para dos. Y me gusta todavía más si la otra persona es un hombre.
Me gustan ir de tapas.
Me gustan esas personas que me hacen pensar en aquellas cosas en las que nunca pensaría.
Me gusta mirarme en el espejo.
Me gustan mis cicatrices.
Es verdad, me gustan los hombres.
Me gusta su espalda.
No me gusta que me cojan de la mano.
Me gusta tocar sus manos.
Me gusta el olor de los libros.
Me gusta volver a casa y que no haya nadie.
Me gusta la clasificación y la organización, aunque luego muchas veces no la cumpla y sea un desorden dentro del orden.
Me gusta guardar cosas. Me gusta guardar lo que escribo. Me gusta guardar lo que me gusta. Y sé que me gusta todo esto porque tengo un profundo miedo al olvido.
Me gustan las sensaciones. Me gusta pensar en ellas. Me gusta pensar en la infinidad de las cosas y en lo diferentes que somos en cuanto a nosotros como seres humanos y en cuanto a la apreciación que tenemos del exterior.
Me gusta escribir mis sensaciones y odio cuando no puedo expresarme. Me odio a mi misma entonces.
Me gusta que me digan que les gusta lo que escribo, pero sin exagerar porque soy bastante susceptible y me sentiría violenta.
No me gusta la obviedad. ¿Por qué no me puedo maravillar? ¿Por qué no puedo perseguir algo distinto?
Me gusta la cultura y me gusta estar informada de todo lo relacionado con ella.
Me gusta el humo del cigarro cuando lo fuma sólo una persona. No fumo y no creo que fume en un futuro, pero el humo del cigarro de una sola persona me gusta. Y más si el tabaco es Manitú. Y más si quién fuma es un hombre.
Me gusta mucho mirar por la ventana. Creo que las ventanas son la única diferencia que nos separa del interior del exterior. Quiero decir, en un cuarto, en un comedor, en una cocina, en una sala de estar, en un hospital, en la universidad, en una cafetería, en la estación, en un coche... todo son medios físicos que en el momento que entras dentro te encierran. Al mirar por la ventana siento que nunca estoy encerrada, que siempre podré salir y sentir el viento moviendo las hojas, el caminar de las personas, necesidades cotidianas. La vida en sí misma no creo que sea para uno mismo, sino con las personas.




RE: persépolis.
http://buscandokamchatka.blogspot.com/2011/01/mis-cosas.html




¿y cuáles son tus cosas?